miércoles, 13 de abril de 2016

El rocanrol de los idiotas


La síntesis es el lenguaje del poder.   Libre de pudor, reduce y titula con saña falacias efectivas,  palabras huérfanas de argumento, que se montan a caballo del morbo y la incapacidad crítica de la sociedad del siglo XXI. Cada vez más sordos, cada vez más ciegos, cada vez más autómatas, vamos los consumidores-ciudadanos repitiendo atropellos, denuncias e inmoralidades. Lo curioso es la capacidad del aguijón mediático de poner en relevancia cuestiones de forma y no de contenido. El  ciudadano pondera lo estético, y niega lo conceptual, la forma le gana al contenido.  El establishment lo sabe, y ataca con grandes argucias basadas en la incapacidad de nosotros los ¨ indignados ¨ de separar figura de fondo. La acusación, la ¨culpabilidad a priori¨ como un ready-made legitimado por ese artefacto espacial y cultural que es el periódico, rinde más, paga más, titula mejor, mide mejor, no requiere argumentos, no requiere detenimiento, es compatible con el life-style acelerado de la urbe, viraliza mejor.  En formato   ¨responsive ¨, la argucia se adapta a smartphones y pantallas, recorta y poda la livustrina de la realidad, homologando todos los medios y formatos,  y arremetiendo a repetición.  

La reducción del lenguaje escamotea, esconde y obliga a velar cadenas asociativas. Quién aprovecha mejor esa codificación? el que tiene que develar o quien tiene que esconder? el fiscal, el culpable, el inocente? Quién sería el fiscal en este encierro?  Si se sustraen argumentos, ¨lo mismo un burro que un gran profesor¨. Coincide también con que la causalidad de un complejo social no se titula en 140 caracteres ni tiene un símbolo gráfico o fotograma  que la represente fácilmente. El ciudadano fue educado para informarse con haikus digeribles y repetibles, hechos en versión bolsillo, que permitan fácilmente definir culpables y/o responsables a quien asignar el destino equívoco del presente. Así entonces vemos que lo que pondera es la denuncia por sobre el análisis, el rumor por sobre el hecho,  el verbo en tiempo condicional adaptado a la calumnia y la injuria, el prejuicio de clase, el hoy inmediato disociado de una historia o tradición.

La pretensión opuesta, de lograr un lenguaje de una sintaxis basada en encadenaciones de lógica argumentativa, donde el paper o el ensayo sean su pista de atletismo, es una utopía? Sus modos serían analógicos y anti-digitales, porque suponen letras en molde, detenimiento, párrafos de ingredientes que conforman su comida, reflexión antes de la aseveración?  esta extensión sería su condena? Imagino que la respuesta sería que este modo de comunicación no tendría efecto, porque titularía mal, le faltaría síntesis, carecería de morbo, sería indulgente y considerado con una filosofía lógica, tendría pruritos y respeto por la razón humana, se pensaría suscrito a un orden de justicia, suprarrenal o terrenal, pero existente. Se autorregularía en sus apreciaciones, no arremetería a destajo, bajaría el rating en tv, sería monocordes en radio, obligaría al scroll-down en la net, y por últimos dormiría a la audiencia que espera circo & sangre.

Hay algo de esta ¨máscara¨  en la apología del entrepeneurship, en la verbalización  de una supuesta democratización tecnológica y de la ¨ innovación porque sí ¨ que es funcional a cierto discurso posmoderno, puesto que , que en la práctica suelen ser diatribas conservadoras y que verdaderamente sólo promueve lo que concentra los negocios en sus áreas de dominio o en potenciales activos asequibles. ¿Es que la innovación ¨porque sí¨ y la cultura del cambio son los componentes que dinamizan el capitalismo de amigos, por lo que no solo no se discuten, sino que se autocelebran?



En tweeter manda la ironía, la amada figura del lenguaje que llena nuestros apetitos sexuales, pero no necesariamente contribuye al sosiego que precisan ciertas sociedades inflamables, afines al suicido en masa, al péndulo bipolar. La pausa de Riquelme debería nacer en nuestro modelo de pensamiento, para no caer en errores de muestra. Dicen que las herramientas son útiles, si están en las manos correctas, y por otra parte a las armas las carga del diablo…