lunes, 26 de septiembre de 2016

La pelota pasa, el jugador no.


Las Bundesliguens girls son así.
La pelota pasa, el jugador no.
¿flores? sólo en su entierro.

miércoles, 13 de abril de 2016

El rocanrol de los idiotas


La síntesis es el lenguaje del poder.   Libre de pudor, reduce y titula con saña falacias efectivas,  palabras huérfanas de argumento, que se montan a caballo del morbo y la incapacidad crítica de la sociedad del siglo XXI. Cada vez más sordos, cada vez más ciegos, cada vez más autómatas, vamos los consumidores-ciudadanos repitiendo atropellos, denuncias e inmoralidades. Lo curioso es la capacidad del aguijón mediático de poner en relevancia cuestiones de forma y no de contenido. El  ciudadano pondera lo estético, y niega lo conceptual, la forma le gana al contenido.  El establishment lo sabe, y ataca con grandes argucias basadas en la incapacidad de nosotros los ¨ indignados ¨ de separar figura de fondo. La acusación, la ¨culpabilidad a priori¨ como un ready-made legitimado por ese artefacto espacial y cultural que es el periódico, rinde más, paga más, titula mejor, mide mejor, no requiere argumentos, no requiere detenimiento, es compatible con el life-style acelerado de la urbe, viraliza mejor.  En formato   ¨responsive ¨, la argucia se adapta a smartphones y pantallas, recorta y poda la livustrina de la realidad, homologando todos los medios y formatos,  y arremetiendo a repetición.  

La reducción del lenguaje escamotea, esconde y obliga a velar cadenas asociativas. Quién aprovecha mejor esa codificación? el que tiene que develar o quien tiene que esconder? el fiscal, el culpable, el inocente? Quién sería el fiscal en este encierro?  Si se sustraen argumentos, ¨lo mismo un burro que un gran profesor¨. Coincide también con que la causalidad de un complejo social no se titula en 140 caracteres ni tiene un símbolo gráfico o fotograma  que la represente fácilmente. El ciudadano fue educado para informarse con haikus digeribles y repetibles, hechos en versión bolsillo, que permitan fácilmente definir culpables y/o responsables a quien asignar el destino equívoco del presente. Así entonces vemos que lo que pondera es la denuncia por sobre el análisis, el rumor por sobre el hecho,  el verbo en tiempo condicional adaptado a la calumnia y la injuria, el prejuicio de clase, el hoy inmediato disociado de una historia o tradición.

La pretensión opuesta, de lograr un lenguaje de una sintaxis basada en encadenaciones de lógica argumentativa, donde el paper o el ensayo sean su pista de atletismo, es una utopía? Sus modos serían analógicos y anti-digitales, porque suponen letras en molde, detenimiento, párrafos de ingredientes que conforman su comida, reflexión antes de la aseveración?  esta extensión sería su condena? Imagino que la respuesta sería que este modo de comunicación no tendría efecto, porque titularía mal, le faltaría síntesis, carecería de morbo, sería indulgente y considerado con una filosofía lógica, tendría pruritos y respeto por la razón humana, se pensaría suscrito a un orden de justicia, suprarrenal o terrenal, pero existente. Se autorregularía en sus apreciaciones, no arremetería a destajo, bajaría el rating en tv, sería monocordes en radio, obligaría al scroll-down en la net, y por últimos dormiría a la audiencia que espera circo & sangre.

Hay algo de esta ¨máscara¨  en la apología del entrepeneurship, en la verbalización  de una supuesta democratización tecnológica y de la ¨ innovación porque sí ¨ que es funcional a cierto discurso posmoderno, puesto que , que en la práctica suelen ser diatribas conservadoras y que verdaderamente sólo promueve lo que concentra los negocios en sus áreas de dominio o en potenciales activos asequibles. ¿Es que la innovación ¨porque sí¨ y la cultura del cambio son los componentes que dinamizan el capitalismo de amigos, por lo que no solo no se discuten, sino que se autocelebran?



En tweeter manda la ironía, la amada figura del lenguaje que llena nuestros apetitos sexuales, pero no necesariamente contribuye al sosiego que precisan ciertas sociedades inflamables, afines al suicido en masa, al péndulo bipolar. La pausa de Riquelme debería nacer en nuestro modelo de pensamiento, para no caer en errores de muestra. Dicen que las herramientas son útiles, si están en las manos correctas, y por otra parte a las armas las carga del diablo…

miércoles, 23 de marzo de 2016

Superstition Ain´t the way


Superstición
Superstición
Superstición

Siempre soñar
nunca creer
Eso es lo que mata tu amor
Siempre desear
nunca tener
Eso es lo que mata tu amor 

Lo mismo da
morir y amar 

Superstición
Superstición
Superstición

Siempre temblar
nunca crecer
Eso es lo que mata tu amor
Siempre llorar
nunca reir
Eso es lo que mata tu amor
Lo mismo da morir y amar 


jueves, 10 de marzo de 2016

Hot Legs




Continuando con nuestras aguafuertes porteñas, les cuento que el fin de semana acudí religiosamente a la santa misa dominical que tiene sede en los parques conocidos como bosques de Palermo. Un conglomerado de árboles, lagos artificiales, y espacios libres que conjugan el patio delantero de esta hermosa ciudad de Buenos Aires.  
Muchas veces me pregunto por que accidente del destino esta ciudad configuro sus espacios recreativos sobre el corredor norte, lejos del ¨barrio¨ y al alcance de las torres de Libertador. Diseño de clases o falta de planificación urbana, carezco de conocimientos acerca de la cronología exacta de los hechos, no obstante me pregunto siempre porque el 1% de la población adinerada tiene el mejor acceso al espacio público y le basta con cruzar la calle, mientras el 99% restante tiene que conformarse con tomarse dos bondis, hacer 35-50 minutos en auto y estacionar a 10 cuadras, o directamente elegir otras opciones como hacer camping al costado de una autopista. Lindo sería que los bosques fueran un verdadero ¨Central Park¨, y la ciudad los rodease, facilitando y democratizando el acceso.   
En fin, volviendo al punto en cuestión por el cual acuden estas palabras, el fin de semana experimentamos una nueva situación que pone en tela de juicio el ranking de prioridades de la ciudadanía local. Siendo de carácter público y global la carencia o insuficiencia de espacios verdes en la urbe moderna, Buenos Aires no es la excepción. Lo notable es el comportamiento social frente a la carencia. Si ud. tiene familia y está en la edad en que sus pequeñas ninfas desean esparcimiento, ciclismo, patinaje y otras yerbas de la más tierna edad, los bosques de Palermo suponen ser la mejor opción para dar lugar a dichas actividades. Curiosamente en eso estábamos el fin de semana, iniciando el período lectivo de conducción en bicicleta sin rueditas, cuando en grupo familiar fuimos testigos, a plena luz del mediodía, de la compañía de trabajadores del amor libre. Un grupo de delanteros guaraníes , de robusta constitución, alcanzando el metro noventa con la ayuda de tacos agujas, nos saludaban a destajo ofreciendo su mercancía a diestra y siniestra. El momento kodak del bautismo en el ciclismo adulto de la mayor de mis niñas quedó inmortalizado por la súbita aparición del ejercicio del rubro 59. Cafishos, transas, taxistas en crisis matrimoniales, romeos y sonias, la Fauna y la Flora mezclados y conformando el ecosistema de la laguna, así es Buenos Aires, un conglomerado de ansiedades insatisfechas, compartiendo tiempo y espacios (verdes).-
Ampliaremos…

sábado, 27 de febrero de 2016

Dogville - Una aguafuerte porteña





Es una frase clásica, cientos de veces repetida: ¨La ciudad de Buenos Aires no descansa¨ y no falta a verdad. Lo que quizás no hemos advertido son las estrictas razones por las cuales la denominada ¨Paris de Sudamerica¨ del Siglo XX, sostiene sus credenciales en esta niñez del XXI. La respuesta no puede singularizarse o reducirse a un único factor, pero he amigo, que como buen argentino, intentaré fijar mi posición al respecto, basada en mi mera subjetividad y criterios antaño conocidos bajo el lema de ¨ver para creer¨. En este caso podemos adicionarles el sentido del olfato, de la escucha y, por que no, el del tacto, a la metodología de constatación. Y es que la razón por la cual esta bendita ciudad no consigue escaparle a la vigilia recae en la existencia del perro, dog, can, o como guste llamársele. 

A grosso modo entendemos que existen en la ciudad de Buenos Aires 3 millones de habitantes, y proyectando una relación de 5 habitantes por cada canino, arribamos a una estimación de 600.000 mascotas. Estas se caracterizan por vivir en cautiverio doméstico en edificios, estructuras edilicias que en la mayoría de los casos se apuntalan alrededor de un pulmón interno, espacio - este - que supone una lógica arquitectónica basada en la contribución de beneficios como ventilación, iluminación y aprovechamiento de m2. No obstante esto, el pulmón ha cobrado otra función singular, que no es otra que la de amplificar e incrementar los decibeles que naturalmente incorporan los perros diaria y nocturnamente en su ladrido devenir carcelario por monoambientes, pasillos y ascensores. Los avances de la profesión que otrora dió fama a figuras como César Pelli, en lo que va del siglo, han incrementado en forma aguda la reverberancia del aullido animal, por la sencilla razón de utilizar materiales constructivos ¨huecos¨, ladrillos sin alma que le dan lógica al excell de los fideicomisos y crean una fiesta tímbrica en los tímpanos de los propietarios e inquilinos. He aquí que el perro se ha adueñado de los espacios comunes, de los espacios públicos y a esta altura de los corazones de los porteños.

Es que el porteño vive rodeado de perros. En el edificio, en la calle, en la plaza. Llama poderosamente mi atención caminar por un parque o plaza, y refrendar en la práctica el ya conocido apego de los porteños por cierto desconocimiento hacia las normas: Los carteles que imponen la prohibición del ingreso de caninos no surten efecto alguno. Los guardianes y encargados del orden que cuidan las plazas hacen ¨la vista gorda¨, y así los espacios de juegos y recreación de niños, jóvenes y ancianos se ven acaparados por los caninos, que sueltos o amarrados, pululan por la anteriormente verde gramilla, contribuyendo a la creación de bancos de lodo y tierra. Cual hunos de Atila, allí van los cuadrúpedos dejando su huella en la ciudad. Esto me lleva a pensar que en Buenos Aires existe una tendencia ¨animalista¨, que pondría los derechos de los animales por sobre los derechos de los niños. Tamaña afectación del orden de los factores no parece ser tenida en cuenta por ninguna organización, institución o autoridad, y es que el porteño, a la hora de priorizar, pareciera preferir un perro cansado a un niño feliz. Todo sea en pos de la reducción de los decibeles, quisiéramos creer. Otra explicación de este abrazo a la tendencia ¨animalista¨¨, podríamos encontrarlo en una interpretación ¨local¨ de recientes manifestaciones europeas contra la tauromaquía, la caza, y otras expresiones culturales del viejo contiente. El porteño, siempre ansiosamente atento y servil a la mirada y a los fenómenos europeos, ha desarrollado su propia versión creativa del animalismo, con la creación de un status quo donde un perro tiene derechos civiles y es inocente hasta que se demuestre lo contrario. 
Ampliaremos…

miércoles, 13 de enero de 2016

Zuricata Dancer



Ahi va ella, 
mezcla rara de Zuricata con Pina Bausch
Moviendo su cuello a diestra y siniestra
La vista adelante
El pasado atrás.