miércoles, 23 de marzo de 2016

Superstition Ain´t the way


Superstición
Superstición
Superstición

Siempre soñar
nunca creer
Eso es lo que mata tu amor
Siempre desear
nunca tener
Eso es lo que mata tu amor 

Lo mismo da
morir y amar 

Superstición
Superstición
Superstición

Siempre temblar
nunca crecer
Eso es lo que mata tu amor
Siempre llorar
nunca reir
Eso es lo que mata tu amor
Lo mismo da morir y amar 


jueves, 10 de marzo de 2016

Hot Legs




Continuando con nuestras aguafuertes porteñas, les cuento que el fin de semana acudí religiosamente a la santa misa dominical que tiene sede en los parques conocidos como bosques de Palermo. Un conglomerado de árboles, lagos artificiales, y espacios libres que conjugan el patio delantero de esta hermosa ciudad de Buenos Aires.  
Muchas veces me pregunto por que accidente del destino esta ciudad configuro sus espacios recreativos sobre el corredor norte, lejos del ¨barrio¨ y al alcance de las torres de Libertador. Diseño de clases o falta de planificación urbana, carezco de conocimientos acerca de la cronología exacta de los hechos, no obstante me pregunto siempre porque el 1% de la población adinerada tiene el mejor acceso al espacio público y le basta con cruzar la calle, mientras el 99% restante tiene que conformarse con tomarse dos bondis, hacer 35-50 minutos en auto y estacionar a 10 cuadras, o directamente elegir otras opciones como hacer camping al costado de una autopista. Lindo sería que los bosques fueran un verdadero ¨Central Park¨, y la ciudad los rodease, facilitando y democratizando el acceso.   
En fin, volviendo al punto en cuestión por el cual acuden estas palabras, el fin de semana experimentamos una nueva situación que pone en tela de juicio el ranking de prioridades de la ciudadanía local. Siendo de carácter público y global la carencia o insuficiencia de espacios verdes en la urbe moderna, Buenos Aires no es la excepción. Lo notable es el comportamiento social frente a la carencia. Si ud. tiene familia y está en la edad en que sus pequeñas ninfas desean esparcimiento, ciclismo, patinaje y otras yerbas de la más tierna edad, los bosques de Palermo suponen ser la mejor opción para dar lugar a dichas actividades. Curiosamente en eso estábamos el fin de semana, iniciando el período lectivo de conducción en bicicleta sin rueditas, cuando en grupo familiar fuimos testigos, a plena luz del mediodía, de la compañía de trabajadores del amor libre. Un grupo de delanteros guaraníes , de robusta constitución, alcanzando el metro noventa con la ayuda de tacos agujas, nos saludaban a destajo ofreciendo su mercancía a diestra y siniestra. El momento kodak del bautismo en el ciclismo adulto de la mayor de mis niñas quedó inmortalizado por la súbita aparición del ejercicio del rubro 59. Cafishos, transas, taxistas en crisis matrimoniales, romeos y sonias, la Fauna y la Flora mezclados y conformando el ecosistema de la laguna, así es Buenos Aires, un conglomerado de ansiedades insatisfechas, compartiendo tiempo y espacios (verdes).-
Ampliaremos…